Los “de repente” de Dios

Los “de repente” de Dios.
Los “de repente” de Dios son esos momentos en donde Dios se presenta y cambia nuestra vida con un milagro, sanidad, provisión, visión renovada, etc.
• No pidas a Dios por oportunidades, sino para estar listo cuando las oportunidades lleguen. La oportunidad llega a todos. Por eso prepárate, porque la preparación es la evidencia que sabes algo bueno se viene. Recuerda esto: Tiempo de preparación nunca es tiempo perdido.
• Cuando Jesús resucitó le dijo a 500 discípulos que esperen la promesa del Padre, pero solo 120 estaban ahí cuando la promesa llegó. ¡Los otros 380 se la perdieron! Seguramente dijeron: “¡Cómo no estuve ahí!”, “¡la que me perdí!”, “¡premio piña para mí!”. Nunca sabes cuando Dios puede tener la respuesta que necesitas, así que no te pierdas nunca nada de lo que Dios hace: nunca faltes a un culto de la iglesia, nunca faltes a una reunión de ministerio, nunca faltes ni un día a apoyar en el equipo que te encuentres sirviendo, no faltes a esas reuniones especiales, porque nunca sabes cuándo será ese “de repente” que Dios te tenía preparado.
• Recuerda, lo peor que puedes hacer es no estar. Estos encuentros tienen el potencial de cambiar toda tu vida, por eso el diablo odia esos momentos y quiere evitarlos a toda costa que los recibas.